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Similitudes de la cena de Navidad y una entrevista de trabajo
- Nuevos encuentros
En la cena de Navidad esto se traduce en conocer gente nueva que entra a tu familia o bien en que tú entres a una nueva familia y debas conocer por primera vez a todo un grupo de personas desconocidas para ti. En el caso de la entrevista de trabajo, se asemeja un poco a esta última. Estás entrando en un terreno desconocido donde juegas de visitante y es normal que te ataquen los nervios. Sin embargo, respira y recuerda, hay una razón muy válida para que estés allí, te lo mereces y has llegado hasta aquí por méritos propios, ¡no dejes que los nervios te quiten esta gran oportunidad!
- Expectativas altas
Aunque haya una cena de Navidad cada año, las expectativas siempre son altas, solemos esperar que todo salga bien y es normal tensionarse para intentar que todo esté perfecto. En una entrevista de trabajo, es común que pase un poco lo mismo. A veces nos centramos tanto en lo que creemos que puede salir mal o en evitar que las cosas no salgan de acuerdo a lo planeado que nos olvidamos de disfrutar, de dar lo mejor de nosotros mismos o de aprovechar el tiempo de la mejor manera.
- Preguntas complicadas
Tanto en una entrevista de trabajo, como en la cena de Navidad, habrá temas más difíciles de tratar, preguntas complejas o incluso temáticas que pueden llegar a ser complicados de tratar. Y aunque en la cena pueden ser cosas como fútbol, política o religión, en la entrevista de trabajo las preguntas que hablan sobre debilidades, posibles defectos o incluso las preguntas trampas como “háblame de ti” pueden generarnos ese mismo efecto. Recuerda que la mejor manera de enfrentar ambas situaciones es con honestidad, respeto y sencillamente dándole siempre un enfoque positivo.
- ¿Qué me pongo?
Pregunta clásica antes de cualquier evento, pero que cuando se trata de una cena de Navidad o de una entrevista de trabajo, pesa más. Elegir la ropa adecuada puede sentar el precedente para que estemos más tranquilos en una entrevista, para que nos sintamos bien con nosotros mismos y para que nos enfrentemos con más confianza a cualquier situación. Así que recuerda siempre que la comodidad es importante, y que, aunque te arregles y te salgas un poco de tu estilo de cada día, tienes que poder seguir siendo tú y expresarte con toda tranquilidad, tanto en Navidad como en una entrevista de trabajo.
- La presentación
En caso de que tu cena navideña sea en tu casa o con la gente a la que ves cada año, no tendrás que presentarte y dar información sobre quién eres o por qué estás allí. Pero si, por ejemplo, este año debes enfrentarte a conocer a toda la familia de tus amigos o tu pareja, llegará el momento en el que tendrás que presentarte y en ese caso, igual que en una entrevista de trabajo, puede que los nervios aparezcan. Recuerda mostrar seguridad, confianza y sobre todo tranquilidad, una buena impresión puede lograr mucho más de lo que imaginas.
Fuente: Infojobs