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Los contratos de trabajo en prácticas
Dentro de la situación actual en la que a muchos jóvenes con estudios oficiales les cuesta encontrar trabajo, queremos destacar uno de los tipos de contrato que más puertas pueden abrir. Estamos hablando del contrato de prácticas, una buena oportunidad para iniciarse en el mundo laboral, ganar experiencia y con suerte, quedarse en la empresa donde comenzó.
En la mayoría de universidades y otros estudios de grado o postgrado las prácticas extracurriculares son obligatorias para obtener el título. Sin tener experiencia previa, es una buena manera de comenzar a involucrarse en puestos de trabajo relacionados con lo que se ha estudiado previamente.
A día de hoy existen varios tipos de contratos de trabajo que te pueden permitir realizar prácticas en muchas empresas, siempre teniendo en cuenta lo que te pueden aportar a corto o largo plazo para tu trayectoria profesional.
Tipos de contratos de trabajo para hacer prácticas
Contrato a tiempo parcial: el trabajador debe completar la mitad de la jornada establecida (8 horas al día habitualmente) o menor en tal caso. Puede ser de tiempo indefinido o temporal. En el convenio puede establecerse el horario fijo o flexible, pero siempre sin exceder el número de horas acordadas. Este es uno de los contratos de prácticas más habituales, en especial los que se ofrecen a estudiantes de Grado Universitario.
Contrato formativo: el contrato de prácticas tal y como se conoce. Supone la prestación de un trabajo retribuido que supone al trabajador una práctica profesional relacionada con sus estudios. El trabajador por ello debe contar con el título universitario, de Formación profesional o cualquier otro habilitado para el ejercicio profesional. No puede ser inferior a seis meses ni superior a dos años y normalmente son las universidades o centros de estudios los que realizan convenio con las empresas para este tipo de contratos. El salario o retribución económica lo fija de la misma manera la empresa o lo acuerda con el trabajador.
Contrato de interinidad o relevo: menos común a la hora de contratar a un becario. Se da cuando es necesario sustituir un puesto de trabajo, por eso finaliza dependiendo de la ausencia a cubrir del trabajador que, por motivo de jubilación parcial, maternidad o vacaciones. De todos los tipos de contratos de trabajo para prácticas es el menos popular.
Por servicio determinado: más indicado para estudiantes de FP y similares, tiene como fin realizar un trabajo o servicio determinado durante un tiempo precioso. Suele ser propio de empresas autónomas que buscan un perfil profesional específico. Varía en su duración de seis a dos meses, dependiendo de la titulación del trabajador.
¿Cómo buscar prácticas?
Ahora que ya conoces los tipos de contratos de trabajo por los cuales puedes realizar prácticas, te interesará saber cómo acceder a las empresas que estén dispuestas a realizarlo. Muchas veces depende del sector y de la comunidad autónoma, pero existen varias opciones para comenzar a buscar:
Si eres estudiante o titulado, en tu centro de estudios o Universidad te pueden facilitar bastante información, ya que son los que proporcionan convenios con empresas directamente, y estas mismas suelen ir a buscar becarios dentro de las escuelas y universidades oficiales.
Contactando con las empresas directamente. Con una buena descripción y CV puedes casar una impresión buena a las empresas que te interesen. Si les llama la atención, considerarán entrevistarte.
Tanto si eres estudiante como ya un titulado, las prácticas son una oportunidad para adquirir un contrato indefinido o ganar más experiencia. Tendrás la oportunidad de conseguir conocimientos bajo la supervisión de tus compañeros de trabajo, y tal vez, conseguir un puesto de trabajo
Si estás en búsqueda de empleo o necesitas orientación, puedes solicitar una cita previa con nuestro equipo de técnicos/as y te proporcionarán la asistencia que solicites.
Fuente: Universia España